El
encanto de Salamanca
Por Ángeles Heim
En la magistral Salamanca, tierra
de grandes pensadores y cuna de literatos, se condensan la belleza del pasado
con la modernidad resplandeciente. El inmenso patrimonio histórico y cultural
que posee esta ciudad, así como la frescura de sus miles de jóvenes rondando
las calles empedradas, son el anclaje sobre el que se asientan los atractivos
de esta urbe.
Salamanca es la capital de su
provincia homónima, situada en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Se
extiende a orillas del río Tormes y es considerada la ciudad de los
estudiantes.
Su riqueza arquitectónica, social
y artística, así como la preservación de la historia que allí se desencadenó
son la parte elemental de su gran acervo cultural. Enaltece al pasado con sus
grandiosos edificios y construcciones góticas, barrocas y renacentistas,
conservando la huella de los pueblos que allí vivieron. Y a su vez, es un canto
al futuro albergando a miles de extranjeros que pasan por las aulas, galerías y
corredores de la majestuosa escuela universitaria.
La Universidad de Salamanca es
considerada la gran factoría del conocimiento española. Su antigüedad, tanto
como el prestigio que ha ganado por las mentes brillantes que allí se formaron
la convierten en una de las más
importantes de España. Data de 1218 cuando el Rey Alfonso IX fundó la Escuela
de Salamanca y recién en 1254 adquiere el título de Universidad. Desde entonces
ha ido desarrollándose hasta llegar a ser el sello representativo de la región
que es hoy.
Entre sus muchos atractivos posee un símbolo distintivo que todo
quien visita Salamanca debe encontrar en una de las fachadas de la Universidad,
que es la famosa rana. Dicen los relatos que los estudiantes para tener
éxito en sus exámenes deben visitarla
siempre antes de rendirlos. Otras leyendas cuentan que en la iconografía del
medioevo la rana representa la lujuria, la presencia del mal, en constante
expectación esperando a dar el salto que te lleva por el mal camino.
Por otro lado, algo nos une a los
cimientos de esta magnificente institución,
porque allí se discutió el proyecto que Cristóbal Colón presentó a los
Reyes Católicos cuando soñaba con el viaje a las Indias, odisea que finalmente
culminó con el descubrimiento del nuevo mundo, América. La piel y el alma se
estremecen con la emoción de pensar que hace quinientos años atrás algunas
personas litigaban aquí acerca de la colonización, proyectando el futuro de
quienes nos precedieron en aquel nuevo mundo, en definitiva argüían sobre
‘nosotros’. Entonces, pisar estas baldosas, caminar por estos patios, recorrer
estos espacios resulta entonces un verdadero privilegio.
Por último, queridos lectores para que puedan cumplir con
el ritual obligado que todo quien visita Salamanca hace, aquí les dejamos una
fotografía en detalle de la fachada de la Universidad de Salamanca con el
acertijo: la famosa rana, que se halla escondida entre los elementos
decorativos esperando atenta para dar el gran salto. A ver quién la encuentra
primero!